Hoy nos enfrentamos a una realidad: nuestro ROSTRO, nuestra morfología. Nadie es perfecto, pero sí puede parecerlo. Para ello, os vamos a pautar unas normas esenciales a tener en cuenta de cómo rectificar y sacar partido a los defectos y cualidades de cada tipo de rostro.
Lo primero que debemos hacer es mirarnos en un espejo con el pelo totalmente retirado de la cara y ver con objetividad lo que vemos a través del mismo. En principio, observaremos el tipo de piel que tenemos y su cuidado:
DIAGNÓSTICO DE LA PIEL
Una buena piel es la mejor ‘tarjeta de visita’ que tenemos. Para ello tenemos que cuidarla y protegerla. Existen los siguientes tipo de piel: Secas, Grasas y Mixtas o Normal, todas necesitan tratamiento.
– Piel Normal o Mixta: aunque es la piel que mejor se mantiene, hay que unificar y mantener el equilibrio de hidratación. Para determinar si tienes una piel mixta basta con ver que mejilla, barbilla y mentón tienen aspecto mate, mientras que la frente y nariz tienen aspecto luminoso. Es una piel con un color luminoso y confortable.
– Piel Seca: es una piel que tiene una baja producción de sebo. Es una piel muy inconfortable,cuyo aspecto de joven es espectacular pero con un grado de envejecimiento alto. Las características para su diagnóstico son piel mate, fina e irritable, tirante y rugosa y con aparición temprana de arrugas en frente y contorno de ojos. Es muy necesaria su nutrición.
– Piel Grasa: su origen es el exceso de producción de sebo. Podemos observar cómo existen brillos excesivos, poros dilatados, relieve irregular, puntos negros o granillos, pérdida de luminosidad e irritación. Son pieles que envejecen muy bien pero necesitan hidratarlas. Tienen necesidad de «comer aparte de beber». Si no lo vemos así, tendremos una piel grasa y deshidratada. Para su mejor aspecto hay que matificar para quitar los brillos, alisar la textura con una buena base y normalizar el poro.
En próximos artículos hablaremos sobre las edades de la piel, que nada tienen que ver con la edad de la persona.
A continuación analizaremos el tipo de rostro que tenemos y nuestras necesidades.
TIPOS DE ROSTROS
– Rostro Ovalado
Es un rostro fácil de manejar a al hora de elegir peinado y maquillaje.
Peinado: Cualquier tipo de peinado nos puede valer, melena corta y perfilada, melena midi y recta, flequillo, recogido alto o bajo. El rostro ovalado es el que más se acerca a la ‘perfección riega’.
Coutiring: buscaremos potenciar con color oscuro en el bajo pómulo y aplicar colorete del pómulo hacia la sien.
– Rostro Alargado
Peinado: es aconsejable las melenas cortas, flequillos y recogidos bajos. No aconsejable la raya en medio y aconsejable el volumen en los laterales.
Couturing: intentaremos dar anchura al rostro a través del colorete que lo aplicaremos muy horizontal del pómulo hacia la oreja. En la barbilla y frente corregiremos con color oscuro y claros en la zona delantera de las orejas.
Escote: es aconsejable utilizar escote en barco.
– Rostro Redondo
Peinado: Evitar a toda costa el volumen lateral, utilizar melenas muy lisas y desfiladas, tupés, colas altas y rayas en medio. Recogidos altos.
Couturing: Utilizar corrección oscura en laterales y claros en frente y barbilla. Utilizar el colorete en forma de ‘triangulo invertido’ en mitad de la mejilla (tipo Heidi). Colocar centrado debajo de los ojos.
Escote y otros: es aconsejable y dependiendo del tipo de pecho, escote en ‘V’. Joyas alargadas y con volumen.
– Rostro Rectangular
Este rostro lo podemos identificar por su grandes rasgos angulosos.
Peinado: es aconsejable las melenas rizadas, onduladas y voluminosas. Raya de pelo lateral y las melenas cortas lisas y desfiladas. Nunca melenas rectas. Recogidos bajos o laterales
Couturing: utilizar corrector oscuro en mandíbula y frente para suavizar y corrector claro en barbilla y pómulo. El colorete lo utilizaremos del pómulo hacia la sien y más ancho de lo normal
– Rostro Cuadrado
Peinado: cortes de pelo muy pronunciados con grandes volúmenes superiores, evitando los volúmenes laterales. En caso de melena larga, lisa y perfilada. Recogidos altos o semi.
Couturing: estrecharemos los laterales con corrector oscuro y alargaremos con corrector claro frente, largo nariz y barbilla. Aplicaremos el colorete de la mitad del pómulo hacia la sien.
Una vez analizada la forma de nuestra cara, debemos de tener en cuenta muchos aspecto más que iremos desarrollando en próximos artículos: tipo ojos, tipo de labios, tipo de nariz…
¿Te han servido nuestras explicaciones? ¡Ya sabes, en breve, mucho más!