Con la primavera vuelve la época mas propicia para los enlaces matrimoniales. Tras una pequeña parada en invierno -aunque siguen celebrándose bodas- los novios regresan con ganas renovadas de oficializar su compromiso y compartir su felicidad con familiares y amigos. Es evidente que los protagonistas en toda ceremonia son los contrayentes. Novio y novia centran la atención de los invitados. Los vestidos que lucirán ellas y los trajes que vestirán ellos son uno de los mayores secretos en cualquier enlace, solo desvelados el mismo día de las nupcias.
Sin embargo, hay otros secretos que tampoco pueden ser dados a conocer con antelación. Hablamos del vestido de la madrina, que consigue convertirse, con el permiso de los novios, en otra de las protagonistas de este tipo de uniones. No podemos olvidar que ocupa un papel principal no solo en el desarrollo de la ceremonia, sino también en el lugar que ocupa, junto al novio, brindándole su cariño y apoyo en un día tan especial. Es por ello por lo que también supone un momento muy significativo para la madrina. Y por lo que su vestimenta no debe descuidarse en ningún momento. Al igual que ocurre con los novios, debe ir perfecta, cuidando hasta el último detalle. También es un día mágico para ella. De hecho, la llegada de la madrina del brazo del novio es uno de los momentos más emotivos de todo enlace.
Sin llegar a eclipsar a la novia, la madrina se ha ganado el derecho a planificar su estilismo detalladamente. Para cualquier madre, hermana o tía… será un momento difícil de olvidar. El protocolo dicta que las madrinas irán con vestido largo acompañando al novio, independientemente de si la boda es de mañana o tarde. En una boda de día, es una de las pocas invitadas que podrá ir de largo.
En cualquier caso, en Ángela Serrano tenemos muy claro que la elección del vestido de una madrina debe ir acorde siempre con su personalidad. Lo más importante es sacar partido a sus cualidades, mientras que se debe difuminar lo menos favorable de su fisonomía. Habrá que tener en cuenta la forma del cuerpo y de la cara, la edad, el peso y la talla, su color de piel, de ojos, de pelo… No debe quedar nada al azar porque se trata de un día que quedará siempre en la memoria. ¡Y mucho mejor hacerlo si es con un elegante vestido que haga a una madrina sentirse guapa y convertirse en una parte fundamental del enlace!
Por eso no hay nada establecido. Depende del tipo de mujer. Vestidos de dos o tres piezas a una sola, más ajustados o vaporosos, diversidad de tonalidades en colores y tejidos, con encaje o sin él, con pedrería o sin ella, más o menos recargados… Mucha es la variedad para elegir, pero en Ángela Serrano tenemos claro que solo habrá uno que será perfecto para ella, que lleve su nombre. Ya pasó el tiempo en el que los vestidos de las madrinas eran muy parecidos entre sí y ahora ha llegado el momento de dejar paso a la imaginación para destacar todos los atributos de la mujer que ocupará un lugar destacado en la ceremonia y posterior fiesta de celebración. Todo ello sin olvidar los complementos, que dan un toque singular. Entre ellos, muchas madrinas se decantan por mantilla y peineta, un complemento 100% español y que continúa siendo tendencia año tras año.
En Ángela Serrano llevamos año asesorando a las madrinas para que vivan este día como un momento único. Y lo que tenemos claro en nuestra boutique es que debe ser un vestido sofisticado, original y elegante. Solo así conseguirá atraer casi, casi tantas miradas como la novia. ¿No os parece?