Románticas e impredecibles. Así son las bodas de otoño. Un paisaje otoñal puede ser el mejor aliado de los novios y de los invitados a la hora de celebrar una ceremonia. Los colores, los olores al aire libre… todo se envuelve en una atmósfera especial. Sin embargo, también hay que ser conscientes de que en esta época están expuestos a cualquier cambio meteorológico imprevisto, por lo que también hay que estar preparado para ello. No hace el calor de los meses estivales ni el frío de invierno, sino temperaturas habitualmente más suaves, aunque nunca hemos de olvidar la lluvia, que puede hacer acto de presencia en cualquier momento.
Las bodas de otoño tienen su encanto gracias al atrevimiento de los tejidos utilizados para vestir tanto a Él como a Ella, así como a los materiales que ayudan a decorar un entorno único para el día de tu boda.
Si hablamos de los tejidos para Él, seguiremos utilizando 100 × 100 naturales pero con un gramaje superior, mezclados con una pizca de MOHAIR. Como tejido estrella, podemos destacar traje dos piezas de distinto tejido: la parte superior o americana en terciopelo y la parte inferior o pantalón en una lana fría de un gramaje no inferior a 250 gramos.
Como complementos, y teniendo en cuenta que las bodas de otoño son de día, aconsejamos tejidos 100 × 100 naturales y sin brillo, es decir, ninguna mezcla en seda. En el chaleco, colores tierra para mezclar con trajes marinos y negros; estampación de cuadro inglés o detalles flores bordados en tonos secos y oscuros o, en su defecto, falso liso simulando espiga o cuadrille. Para la corbata, colores al tono del del traje y mezclando estampado o lisos dependiendo de la combinación del chaleco. El pañuelo será una pieza individual, estridente y diferenciadora.
En el caso de la novia, también se imponen un tipo de tejidos para esta época. Para la base del vestido, destacamos el terciopelo sutil elástico y chafado, que sustituye al tradicional crepe que tanto juego nos ha dado durante la época de primavera. Es la sombra de una época que sigue a las luces del verano. Son habituales ahora los tejidos regios, con cuerpo que ayudan a ‘abrigar’ la figura enriquecidos con aplicaciones e incrustaciones que dan luz a las bases mas serias.
Para la superficie del vestido podemos utilizar los encajes de guipur, capas e incluso chaquetas de tejido Channel son las distinción de este Autumn Winter (AW). Las bodas de AW son generalmente de día y es el momento de una novia ‘velada’, por eso utilizaremos velos muy transparentes con cuerpo y de montaje ‘estilo catedral’ para acompañar la suntuosidad de los tejidos.
Para acompañar, un ramo de novia también espléndido utilizando flores y plantas típicamente otoñales (olivo, eucalipto, ramas de algodón, muérdago…).
La decoración también puede ir a juego con la estación del año, utilizando materiales propios de esta época, que no solo otorgan distinción, sino que además son más económicos. Flores que tengan tonalidades típicas del otoño e incluso frutos de los meses de septiembre y octubre para decorar las mesas. Una idea que queda muy bien es utilizar como base láminas de tronco de árboles y, en su superficie, utilizar piñas naturales, ramas de algodón y velas blancas con soportes de cristal. Para la decoración hay una amplia paleta de colores cálidos y naturales. Desde los nude a los maquillaje, pero también los ocres o naranjas e incluso aquellos que sean verdes o color avellana.
Para las sillas, olvida las lazadas de tejido y anuda con cuerda de pita ramas de olivo y ramas de eucalipto (alternando). Para la copa de espera, utiliza mobiliario antiguo (maletas, balas de paja, aparador, palangana…) para crear un ambiente acogedor y cálido.
Los materiales y colores propios del otoño los puedes utilizar tanto para los adornos el mismo día de la ceremonia y posterior celebración, como para los detalles de la boda como invitaciones o regalos, etc. Precisamente en este último aspecto también se puede innovar, ya que podríamos pensar en un detalle más típico de esta época, ya pensando en el invierno en lugar de primavera o verano. Puede poner un toque personal a la celebración, como también pueden hacerlo la intimidad de las velas que acompañen este día tan especial o con la luz espectacular de otoño.
El menú y las bebidas también pueden encontrarse en consonancia con el otoño. Platos más consistentes y bebidas calientes, como chocolate o té, pueden ser una buena opción para agasajar a los invitados.
¿Os animáis a una boda de otoño?
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